Imagen: Geneva international centre for justice
Colegios de diversas regiones del país fueron premiados por su compromiso con la construcción de una cultura de paz, al integrar la mediación como una herramienta fundamental para resolver conflictos dentro de sus aulas.
La iniciativa, promovida por los ministerios colombianos de Justicia y de Educación, en colaboración con el sector privado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid, busca demostrar que el diálogo, más que la violencia, puede ser el camino para resolver los desacuerdos en la sociedad.
En un contexto de creciente violencia escolar y en medio de los esfuerzos por pacificar territorios golpeados por el conflicto armado, esta apuesta se consolida como una de las más importantes dentro de la educación para la paz en Colombia.
Con la participación de 129 instituciones de 22 departamentos, los colegios premiados se destacan por implementar en su currículo herramientas de resolución de conflictos y mediación escolar, que permiten a los estudiantes aprender a solucionar desacuerdos a través del diálogo y sin recurrir a la violencia.
Esta premiación es un paso importante dentro de un proceso de transformación cultural que busca cambiar el enfoque tradicional de resolver los problemas mediante enfrentamientos o judicialización.
Sandra Viviana Olaya, subdirectora de Fomento de Competencias del Ministerio de Educación, destacó la importancia de estas iniciativas al señalar: “Los procesos de mediación escolar son fundamentales para construir lugares seguros, pero sobre todo, para seguir consolidando la educación para la paz”.
La mediación escolar, una práctica que se viene promoviendo en Colombia desde hace más de una década, es vista como una forma de justicia restaurativa que se aplica para resolver conflictos cotidianos, sin necesidad de intervenciones externas como jueces o abogados.
No obstante, también se reconoce que no todos los conflictos pueden resolverse por mediación, especialmente cuando involucran agresiones graves como violencia física o sexual, que deben ser abordadas mediante el manual de convivencia y la aplicación de sanciones.
Entre los seis colegios premiados, el Instituto Carlos Lozano y Lozano, ubicado en Fusagasugá Cundinamarca se destacó por su modelo de mediación escolar que data de 2008.
Desde entonces, la institución ha integrado esta práctica en su currículo desde la primaria, formando a los estudiantes en la resolución de conflictos y fomentando un ambiente donde la empatía y la solidaridad son valores fundamentales.
Luz Dary Ruiz, docente de ética y religión en la institución, explicó que el trabajo de los estudiantes es completamente voluntario, sin beneficios académicos ni económicos, lo que refleja el compromiso de la comunidad educativa con el cambio cultural hacia la paz.
“El trabajo es valioso porque los muchachos no tienen ni un beneficio académico ni una remuneración económica. No solo es un par de horas, es apostarle a cambiar una cultura y que se abrace el diálogo”, destacó Ruiz.
El reconocimiento no solo resalta los logros del Instituto Carlos Lozano y Lozano, sino también el trabajo de colegios ubicados en territorios apartados como Tumaco (Nariño) y Andalucía (Valle del Cauca), cuyas comunidades educativas han sido clave en la promoción del diálogo como alternativa a la violencia en contextos de alta vulnerabilidad.
El colegio Eleazar Libreros, de Andalucía, recibió mención especial por sus esfuerzos para promover la paz en una región que ha sufrido las secuelas del conflicto armado.
Este esfuerzo por integrar la mediación escolar en los colegios es, sin duda, un paso importante hacia la construcción de una Colombia más pacífica, donde las nuevas generaciones sean capaces de resolver sus diferencias sin recurrir a la violencia, y donde el diálogo y el entendimiento mutuo sean los pilares de una sociedad más justa y solidaria.