Con este relato, la estudiante de Comunicación Social-Periodismo de Unicatólica Saray Bedoya Sánchez fue finalista -segundo lugar- en el concurso ‘Informando para la integración; Nuevas narrativas en torno a la migración’, del diario El País, con el respaldo del proyecto ‘Integra’ de Usaid, en el marco del proyecto ‘Cali Incluyente’.
Por: Saray Bedoya
A sus 19 años, Diego Gil León se ha convertido en un nombre destacado en el béisbol caleño. Su historia es un testimonio de pasión, esfuerzo y la capacidad de superar obstáculos, demostrando que los sueños se pueden alcanzar sin importar de dónde venga.
Diego Gil León es un joven cuyo nombre empieza a resonar con fuerza en el mundo del béisbol caleño. Nacido en Venezuela, llegó a Cali a los 13 años con su familia. Hoy, es un destacado atleta de alto rendimiento, miembro de la selección Valle sub-2023 y en camino de obtener una beca universitaria en los Estados Unidos o un contrato de béisbol profesional en cualquier país.
“Cuando llegué aquí estaba perdido y no sabía nada de la cultura caleña. Me sentía desorientado, pero a medida que me fui adentrando más me encantó”, recuerda Diego Gil con una sonrisa. Sus primeros días en Cali estuvieron llenos de incertidumbre, pero también de nuevas experiencias y descubrimientos que, poco a poco, le fueron abriendo las puertas de un nuevo hogar.
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Su integración en la comunidad caleña fue rápida y cálida. “Hoy en día, en mi corazón, me siento como un caleño más. Las personas de aquí no les importa de dónde eres o de dónde vienes, solo les importa que seas una buena persona. Me acogieron como uno más, y eso me hizo sentir muy bienvenido”, comenta con gratitud.
Su amor por el béisbol se manifestó a muy temprana edad.
“Empecé a jugar béisbol desde que tengo tres años. Mis papás me cuentan que un día me llevaron a un parque y vi a unos niños jugando. Me entusiasmé tanto que decidieron inscribirme en un equipo. Desde entonces, no he dejado de practicar”, relata Gil León.
En Venezuela, jugó en varios equipos, y uno de los más memorables para él fue ‘Ositos’. Cuenta León que aún conserva las camisetas de todos los equipos en los que jugó.
Su llegada a Cali
La llegada de Diego Gil León a Cali marcó el inicio de una nueva etapa en su carrera deportiva. “El 15 de enero de 2018 fue mi primer entrenamiento con la selección Valle. Desde el primer momento, los entrenadores y jugadores me acogieron como una familia. Jamás me han discriminado por ser migrante y eso me ha permitido participar en siete campeonatos nacionales con la selección Valle”, cuenta con orgullo.
No obstante, el camino no ha sido fácil. A pesar de su talento y dedicación, este joven beisbolista ha enfrentado barreras significativas debido a su nacionalidad.
“No he podido participar en los Juegos Nacionales porque, por ley, solo aceptan colombianos. Incluso fui convocado a la selección Colombia, pero no pude participar por ser venezolano. Es frustrante porque sientes que tu nacionalidad te limita, pero eso no me ha detenido”, explica con determinación.
También ha enfrentado dificultades a nivel familiar. “Mis padres no han podido obtener casa porque no se las dan si no son ciudadanos colombianos. A pesar de eso, Colombia nos ha apoyado mucho, a mí y a otros migrantes que conozco”, señala, pero resalta las dificultades que muchos migrantes encuentran al tratar de establecerse en un nuevo país.
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A pesar de estos desafíos, el joven beisbolista ha encontrado en Cali una segunda casa. “Las personas aquí no les importa de dónde vienes, solo les importa que seas una buena persona. Me han dado una acogida increíble, y eso me devolvió la seguridad y la confianza que había perdido”, comentó al evidenciar la calidez de la comunidad caleña.
El apoyo ha sido la clave
Para este deportista, el apoyo de su entrenador, Alejandro Rayo, ha sido fundamental en su desarrollo deportivo.
“Cuando llegué a Colombia, yo era ‘pitcher’ (lanzador), pero decidí cambiar de posición y Alejandro me formó como ‘catcher’ (receptor). Él me ha dado todos los trucos, los consejos y la motivación necesaria. Todo el deportista que soy hoy se lo debo a él”, afirmó Gil, al resaltar la importancia de contar con mentores que guíen y apoyen en momentos clave.
A pesar de los desafíos, Diego Gil León no deja de soñar en grande. “Me gustaría estudiar sicología, me encanta demasiado esa carrera, o tal vez fisioterapia o kinesiología. En Estados Unidos hay universidades que dan becas a deportistas, lo que me permitiría formarme profesionalmente mientras juego mi deporte”, comenta con entusiasmo. Sus aspiraciones reflejan una mezcla de pasión por el deporte y deseo de superación personal.
La historia de Diego Gil León es un testimonio de cómo la perseverancia y el apoyo comunitario pueden transformar vidas. “Desde los 13 hasta los 19 años he sido parte de la selección Valle y he podido viajar a varias ciudades como Bogotá y Medellín. La comunidad caleña y mi familia del béisbol me han brindado un entorno seguro y alentador, permitiéndome crecer tanto personal como profesionalmente”, concluye Diego.
El éxito de este joven apasionado no solo es una celebración de sus logros personales, sino también un reflejo de la capacidad de una comunidad para acoger y apoyar a los migrantes. Su historia es un recordatorio poderoso de que, con determinación y el respaldo adecuado, es posible superar las adversidades y alcanzar grandes metas, para así trascender fronteras y construir puentes de esperanza y realización.
Diego Gil León no solo ha encontrado en Cali un lugar donde prosperar, sino que también ha demostrado que, sin importar los desafíos, es posible sobresalir y alcanzar el éxito con dedicación y apoyo.
Su historia inspira tanto a migrantes como a locales y destaca el poder de la integración y la solidaridad en la construcción de una sociedad más inclusiva y comprensiva.